


En 2017, durante una de las temporadas de incendios más devastadoras del sur de California, la Fundación Theodore Payne se enfrentó cara a cara con la amenaza real de los incendios forestales. Aunque escapamos del daño directo, el incendio de La Tuna quemó 5,000 acres, hasta el borde de nuestra sede en las montañas Verdugo. Evacuamos dos veces y las autoridades cerraron el acceso al vecindario de La Tuna Canyon en múltiples ocasiones debido a los flujos de escombros y las subsiguientes condiciones peligrosas.
Un lado positivo de esta aterradora experiencia fue que solidificó nuestra determinación de compartir conocimientos y recursos sobre los incendios forestales de California. Durante los dos años siguientes, desarrollamos un recorrido por el jardín de paisajismo a resistene a incendios, realizamos una serie de conferencias a cargo de expertos estatales sobre ecologías posteriores al incendio, diseñamos e instalamos un jardín de plantas nativas en nuestra estación de bomberos local y exploramos el potencial hortícola de nuestra localidad. especies que siguen el fuego (ver más abajo). En el futuro, continuaremos enfocando los esfuerzos de divulgación en ayudar a los habitantes del sur de California a comprender los incendios forestales y todas sus implicaciones matizadas, y en brindarles herramientas para tomar las mejores decisiones para su seguridad y la salud de nuestros ecosistemas nativos.
Conservación y exploración hortícola
El Incendio La Tuna también nos brindó la oportunidad de observar un momento único en nuestro ecosistema local. Poco después del incendio, las lluvias llegaron y empaparon el paisaje quemado, y la primavera siguiente, las colinas cobraron vida con increíbles flores silvestres. En el otoño de 2018 recibimos una subvención del Stanley Smith Horticultural Trust que nos permitió recolectar, conservar y cultivar plantas únicas adaptadas al fuego del sur de California.
En el transcurso de este proyecto, propagamos y cultivamos cientos de plantas dentro de nuestro Regeneration Garden. Muchas de las especies representaron adiciones completamente nuevas a nuestro paisaje, vivero y oferta de semillas, incluida la amapola de las colinas (Eschscholzia caespitosa), la phacelia de lóbulos cortos (Phacelia brachyloba), la phacelia de flores grandes (Phacelia grandiflora), el marinero errante (Maurandella anthirrhiniflora), amapola de fuego (Papaver californicum) y alfiletero amarillo (Chaenactis glabriuscula).

(Papaver californicum)

(Phacelia brachyloba)

(Phacelia grandiflora)

(Chaenactis glabriuscula)

(Eschscholzia caespitosa)

Antirrhinum kelloggii
Este programa fue posible en parte gracias a Edison International.
Ilustraciones de Edward Lum.